La Frontera entre Texas y México

07/12/2022

Después de tomar una clase de interpretación en español en la universidad, me interesé en aprender más sobre lo que está pasando en la frontera entre Texas y México.

En este artículo escribo sobre el programa en el cual participé durante el verano. Yo hice trabajo voluntario como traductora de español en dos ciudades fronterizas, con nuestra profesora y algunos otros estudiantes. Se puede encontrar mucha información en la red sobre los centros de detención, los solicitantes de asilo, y los grupos voluntarios en la frontera. Por lo mismo, no escribiré muchos detalles, mejor me enfoco en mis propias experiencias.

Aprendí sobre las barreras que enfrentan los solicitantes de asilo cuando deciden entrar a los Estados Unidos. También he aprendido sobre las dificultades que se enfrentan las organizaciones y los voluntarios cuando intentan proveer servicios necesarios a los que viven sin ayuda alguna.

Voy a aceptar que no sabía mucho de este tema ni intenté informarme sobre él antes de mis cursos de la universidad. La mayoría de lo que está pasando en la frontera revela sistemas que nos afectan, a todos. Me ayudó a entender que mis acciones tienen un impacto en otros ciudadanos que ahora son parte de los Estados Unidos.

Durante las dos semanas que mi grupo y yo hicimos trabajo voluntario, ayudamos a traducir boletos para los autobuses, organizamos bolsas con productos higiénicos, y hablamos con refugiados sobre sus experiencias. Durante nuestro tiempo en Texas, también aprendimos de los artistas quienes ponen atención a este asunto. Además, conocimos a abogados pro bono, quienes ofrecen representación legal gratis para los refugiados, la mayoría de ellos no tienen los recursos para pagar. También cruzamos la frontera para visitar a un refugio en Matamoros, Mexico. Nunca he cruzado la frontera antes de esa manera. Con las barreras metálicas, parece más intimidante de lo que es realmente (hablo desde la perspectiva de una ciudadana estadounidense).

La muralla de la frontera entre Brownsville, Texas y Matamoros, Tamaulipas
La muralla de la frontera entre Brownsville, Texas y Matamoros, Tamaulipas

Los refugiados que conocimos acaban de ser liberados de un centro de detención. Enfrente del edificio donde trabajamos, entraron uno por uno, fuera de unos autobuses pintados de blanco y descoloridos. Llevaron ropa típica como jeans y camisetas. Pero en los zapatos no había agujetas. Nunca he visto en mi vida tantos zapatos en estas condiciones, con las lengüetas volteadas hacia adelante. Los pantalones se caían de las calderas de alguno de ellos, cada uno de ellos llevaba pulseras de papel con su número de celda y su información personal. Pronto después de que entraron, les cortamos las pulseras de la muñeca con unas tijeras. Si teníamos agujetas o cinturones, los ofrecíamos. Nos explicaron que al entrar al centro de detención, los guardias les quitan los cinturones y las agujetas para prevenir violencia o autolesión. Aunque les devolvieron algunas de sus cosas personales, la gente con la que trabajamos no entiende porque sus cinturones y sus agujetas no fueron devueltos también.

Identificación del sujeto, # de propiedad, número de celda, nombre (numerado encima del código de barras), edad, sexo, y país están enumerados en las pulseras.
Identificación del sujeto, # de propiedad, número de celda, nombre (numerado encima del código de barras), edad, sexo, y país están enumerados en las pulseras.

Aunque algunos refugiados estaban quietos y a distancia, me sorprendió encontrar que muchos estaban llenos de esperanza.

No me di cuenta de eso hasta que un hombre sacó su celular y empezó a llamar por video a un pariente o a un amigo. Le mostró los artículos sobre la mesa. Y le aseguró, "nos cuidan".

Me pregunté si seguirán brillando con tanta esperanza. ¿O podría ser que en los Estados Unidos les van a decir que ocupan demasiado espacio? Seguramente hay mucha gente que va a verlos como ilegales, sin valor. Probablemente muchos van a asumir que su falta de conocimiento en el inglés y su falta de ropa apropiada a su talla debe merecer falta de respeto e incomprensión.

El letrero se encuentra en un refugio de Matamoros. “Vamos a abrir nuestro corazón al máximo y dejemos que la vida nos sorprenda.”
El letrero se encuentra en un refugio de Matamoros. “Vamos a abrir nuestro corazón al máximo y dejemos que la vida nos sorprenda.”

Por esta razón, he aprendido a ser más curiosa que antes. La manera en que agrupo o pienso de otra gente puede afectar como los trato. Como estudiante de este mundo, es mi responsabilidad seguir aprendiendo y escuchando. Es muy difícil salir de mi zona de comodidad. Con suerte y con más experiencia y conocimiento, lo haré mejor.

A menudo me pregunto "¿Cómo puedo ayudar?" En mi opinión, el primer paso siempre debe ser aprender más. No me veo trabajando como abogada o activista, pero al encontrarme con los que representan este papel, en nuestra comunidad, puedo vislumbrar las luchas de otros que son frecuentemente ignoradas dónde vivo y estudio.

Al hacer trabajo voluntario, he aprendido mucho sobre este tema de ciudadanos, voluntarios, y activistas. Me enseñaron que cada persona merece seguridad y conexión humana. En un nivel, aseguran que los demás tienen comida, agua, y sus necesidades básicas. En otro nivel, su compasión y respeto a todos me demostraron que no hay nada más importante que valorar nuestra humanidad común.