El cruce del umbral del retorno
Presto este término del modelo de "la Jornada del Héroe" de Joseph Campbell. Me parece oportuno considerar el próximo paso: el Maestro de dos mundos. Ese es el paso que quiero alcanzar algún día.
En Europa, pasé un tiempo sola durante mis viajes, separada de mi familia. La belleza es que yo podía seguir los caprichos y explorar lo que me da más alegría. Tanto como las ventajas, los inconvenientes están acompañadas con los sentimientos de nostalgia y confusión si no se encuentra un equilibrio entre ambos mundos.
Durante mi tiempo de estudio, aprendí que mis conexiones a mi vida hogareña no desaparecen. Evolucionan. Es la mejor regla de un mundo que disfruta la transformación. Pero, aún escribiendo eso, quiero abrazar a todos mis amigos y amados antes de la próxima fase.
No me sorprende que aprendí mucho sobre mí misma. Encontré que mis habilidades y pasiones tienen un papel significativo en este mundo. Me preocupaba que al regresar a los alrededores, las comodidades, y los hábitos de mi familia y de mi hogar, yo olvidaría lo que encontré en Europa. Dado que yo planeo vivir en Alemania esta primavera, es importante recordar y seguir estudiando con esta promesa en mente.
Aunque temía regresar a una versión pasada de mi misma, yo estoy muy contenta de tener esta oportunidad de ser una parte más consciente de mi familia este invierno. Estar en casa, la primera semana se sentía como en un sueño, que podría terminar en cualquier momento. Me siento afortunada de tener el tiempo para descubrir más sobre mi misma y mi familia.
Como predije, yo me he unido a mi vida en casa, aunque he regresado más consciente de mi misma, ahora sé que llegar a un acuerdo con mi misma es una parte esencial de llegar a un acuerdo mutuo con las necesidades de los demás. Estoy mejor capacitada para lograr un equilibrio entre las necesidades de mi familia y las mías. Aún cuando mis propios pensamientos me consumen, siento confianza cuando lo reconozco y reacciono en consecuencia.
Últimamente es más fácil navegar la vida, ahora que estoy en casa*. Mi fortaleza también tiene un hogar aquí, y para lo que me falta, sé con quien conectarme para solucionar el dilema. El mejor regalo de viajar tanto es que la distancia, me dió el conocimiento de que nuestros dramas e irritaciones son intrascendentes, en comparación de lo que recordaremos, como la razón por la cual seguimos conectados todo este tiempo. Al final de cada transformación, eso me consuela. Sueño que en la próxima jornada puedo aprovechar de este consuelo aún cuando me sienta separada de mi nueva realidad.
*aunque eso es lo que hace el viaje tan especial para mí, las soluciones nunca se ven como uno se lo espera.